A veces, hay cosas que no podemos tener en casa, bien sea por falta de
espacio o porque sólo las usamos de vez en cuando, como las maletas, la
bicicleta, la ropa de fuera de temporada o algunos muebles, pero eso no
significa que no tengan su utilidad o su valor material y sentimental.
Los garajes y trasteros cumplen una función muy necesaria para guardar
nuestros enseres, pero ¿están realmente protegidos?
Algunos seguros de hogar consideran el trastero y el garaje como parte
de la vivienda y, por tanto, su contenido está amparado por la póliza contratada, pero otros no y se tiene que convenir aparte según la compañía.
Otra opción es que estén cubiertos por el seguro de responsabilidad civil
e incendios que toda comunidad de vecinos está obligada a tener, pero si
queremos estar seguros y evitar imprevistos, lo mejor sería informarnos
y preguntar a un profesional.
Los riesgos más habituales de los vehículos aparcados en garajes y el
contenido de los trasteros suelen ser los robos, incendios y catástrofes naturales. Muchos de ellos están situados por debajo del nivel de la calle
y son más propensos a sufrir daños por inundaciones, especialmente
en zonas geográficas donde son frecuentes las lluvias torrenciales o
los desbordamientos de ríos. Otro peligro a considerar son las plagas
de insectos, desde termitas a cucarachas, roedores y otros animales
que pueden estropear el contenido de los trasteros. En el caso de que
guardemos productos de alimentación como vino, quesos, embutidos
o conservas es muy importante tenerlo en cuenta para evitar una sorpresa desagradable.
También es importante recordar que, para que lo cubra el seguro de hogar
o de la comunidad, los trasteros y garajes tienen que estar en el mismo
edificio de la vivienda y que sería interesante verificar cuántos vehículos
incluye la cobertura, porque muchas veces, en una misma plaza de garaje
se aparcan un coche y una moto.