La situación económica que ha dejado la pandemia está perjudicando a numerosas empresas y trabajadores autónomos, pero la única forma de salir adelante es seguir colaborando juntos y arrimar el hombro
para evitar que se destruyan más empleos. Las pequeñas y medianas
empresas son el motor económico de este país y están dirigidas y gestionadas por personas que tienen la enorme responsabilidad de mantenerlas a flote para seguir dando trabajo a sus empleados. Una mala
decisión puede acarrear terribles consecuencias, no sólo para la propia
empresa, sino también para todos los trabajadores que dependen de ella.
Los seguros de D&O (Directors & Officers) son un seguro de responsabilidad civil que protege a las personas al cargo de las decisiones fundamentales de una compañía y es válido tanto para pequeños comercios como para grandes organizaciones. Cuando hay que tomar una decisión complicada o
estratégica, cualquier detalle puede resultar fundamental, desde un epígrafe en determinada legislación hasta un apartado de los estatutos o
una irregularidad en el pago de impuestos, y para eso siempre es bueno
contar con la ayuda de un profesional de los seguros que nos asesore. No
sería la primera vez que un pequeño error provoca una reclamación o una
demanda contra los administradores, consejeros o directivos, que puede
poner en un serio aprieto la continuidad de la compañía o el patrimonio
personal de sus dirigentes.
La empresa en cuestión es la tomadora del seguro de D&O y además es la que debe pagar la prima, pero los beneficiarios de la protección de la póliza son siempre los directivos y gerentes. Generalmente, la póliza cubre los gastos de defensa de los administradores sociales, es decir, los costes judiciales y los honorarios derivados de la defensa de una reclamación; así como las posibles indemnizaciones por haber realizado un acto desafortunado, bien sea por acción o por omisión, que origine algún tipo de responsabilidad legal.